💿 Mis 50 discos de 2024
En un delirio de grandeza y descenso a la locura, he reunido los 50 discos que más me han gustado de 2024. El año que viene haré como mucho 25.
La época de la publicación de las listas de final de año es una de las señaladas en el calendario de cualquier music nerd. No es difícil entender por qué causan fervor. Quienes las hacen se lo pasan bomba repasando los lanzamientos más destacados del año, decidiendo qué discos merecen estar y el orden en el que van a aparecer. A los lectores nos encanta comentarlas señalando ausencias e inclusiones y es una buena fuente de música nueva que se ha quedado fuera del radar. Sea por los motivos que sea, es un hecho que las listas gustan.
No voy a negar que me hace ilusión llegar a estas fechas tras la fundación de este nuevo blog que estás leyendo, porque a mí también me gustan las listas de final de año y ahora tengo la excusa perfecta. Sin embargo, confeccionarlas siempre me ha planteado demasiados dilemas. ¿Quién soy yo para decidir cuáles han sido los mejores lanzamientos del año si apenas he escuchado una ínfima fracción de todo lo que se publica? ¿Cómo sería capaz de ordenar en función de su calidad discos que no se parecen en nada?
Las muy extendidas fórmulas de “lo mejor del año” o “los mejores discos de…” y las listas numeradas no solo tratan de revestirlas de una falsa pátina de objetividad, sino que además insinúan la existencia de una competición que nunca ha existido. Se da por hecho que las listas reflejan únicamente los gustos y los intereses de quienes las hacemos y precisamente por eso no pasaría nada por ser honestos y reconocer de entrada que puede que esos discos no sean necesariamente “los mejores”.
Es lo que pretendo hacer con la primera lista anual de 320kbps. Para empezar, debo admitir que hay muchos géneros que no me interesan demasiado. No verás en esta lista música urbana, rap ni electrónica, por ejemplo, ya que apenas he escuchado nada de estos estilos. También ha sido para mí un año de ponerme al día con cosas que me he perdido en una larga temporada de barbecho, lo que me ha dejado menos tiempo para las novedades. Eso ya me descalifica automáticamente para pontificar sobre qué ha sido lo mejor de 2024.
No me gusta, como decía, la idea de las listas numeradas como si fueran una especie de tabla clasificatoria. Ni las que segregan entre nacionales e internacionales, ya puestos, que aunque sé que se hacen con buena intención no quiero parecer condescendiente: creo que nuestras bandas no tienen nada que envidiar a las de fuera. Y las listas que mezclan todo tipo de géneros sin ton ni son me confunden y me marean, aunque esto ya es más personal.
Así queda entonces mi modesta selección de discos que me ha gustado escuchar este 2024, sean los mejores o no. Sin numeritos, pero en orden descendiente según mi nivel de enganche con ellos a lo largo del año. Y segregada no por géneros, sino en distintos tramos que creo que cubren a grandes rasgos todo el espectro de mis gustos (abajo se explican más detalladamente). Un resumen de lo que ha sido mi descubrimiento musical de los últimos doce meses, con un par de sorpresas al final. El tipo de lista que a mí me gustaría leer. Espero que a ti también.
Puro griterío
Los primeros tramos de la lista podrían haber tenido nombres genéricos como “hardcore”, “pop-rock”, “metal”… Pero, en honor a la verdad, me habrían venido grandes porque no son géneros que domine por completo, sino de los que picoteo lo que me interesa. Este primer tramo lo ejemplifica muy bien: podría ser “mi lista de hardcore” porque todos son discos de hardcore, pero no cubre todo el género sino solo el más cercano al screamo, aunque no se circunscribe solo a él. El “puro griterío”, como lo he llamado aquí, es lo que más me gusta y por tanto lo que más escucho, así que creo que es una buena selección.
🇨🇦 Drive Your Plow Over the Bones of the Dead - Tragedy As Catharsis (No Funeral)
Las bandas de emoviolence suelen ser tan efímeras como sus discos. Pocas aguantan más que un par de años de actividad y cuando escuchas discos como ‘Tragedy As Catharsis’ entiendes por qué. La crudeza, la pasión desbordada, la velocidad a la que transcurre todo… Este tipo de discos capturan un momento suspendido en el aire en el que una banda de música se lo deja absolutamente todo en 20 minutos de, efectivamente, catarsis. Este nivel de intensidad es insostenible. No sé cuánto le quedará a esta banda, pero si ellos se han quedado a gusto yo también.
🇺🇸 The Names of Our Friends - Should We Know Better Than to Wonder? (Middle-Man)
Todos los años aparecen decenas de EPs como este, casi en el término medio entre el emo y screamo, que conservan el corazón melódico del primero mientras dan rienda suelta a la pasión visceral del segundo. Sin embargo, no hay muchos que lo hagan con la claridad de ideas que demuestra este cuarteto trans de Portland. Un equilibrio perfecto entre emoción y energía, lo que más me ha gustado de este rollo.
🇺🇸 Missouri Executive Order 44 - Salt Sermon (Ghost Is Clear/Learning Curve)
Seguramente, si me hubieran dicho hace unos meses que iba a destacar el disco de cuatro mormones que tocan con cascos de bicicleta puestos no me lo habría creído. Pero si me hubieran dicho que, además, sería el disco de screamo y mathcore más disonantemente abrasivo del año, lo más probable es que me hubiera descojonado. En este disco casi nada es lo que uno se espera. Los 15 minutos más violentamente intensos de 2024.
🇺🇸 Touché Amoré - Spiral in a Straight Line (Rise)
Parece mentira que llegando a su sexto disco los de Jeremy Bolm parezcan estar más en forma que nunca. Ese gusto por la melodía siempre ha estado presente en su música, pero la naturaleza hímnica de su nuevo álbum repleto de estribillos nos apuñala como si fuéramos de mantequilla. Cada vez conecto más con esta banda, ¿será porque entre calvos nos entendemos?
🇪🇸 Tenue - Arcos, bóvedas, pórticos (Pifia Records)
Encontrar en la misma frase las palabras “neocrust” y “Galicia” me hace salivar. La combinación de ambos conceptos me hace pensar automáticamente en bandas como Ekkaia o mis adorados Ictus y Tenue hacen honor a ese legado en un tercer álbum que vuelve a poner sobre la mesa otros ingredientes en forma de post-metal y screamo. Cinco temas de ese hardcore épico que es casi denominación de origen en tierras gallegas.
🇺🇸 State Faults - Children of the Moon (Deathwish)
Aunque sigo a esta banda desde sus inicios y ya me llamaron la atención en ‘Desolate/Desperate’, fue su anterior ‘Clairvoyant’ el disco que me acabó de enamorar con ese toque blackgaze que lo convertía en primo del ‘Sunbather’ de Deafheaven. No esperaba que en su nuevo álbum dieran un paso en la dirección contraria volviendo a ese screamo atmosférico a lo Envy que les caracterizaba, pero admito que lo prefiero a que caigan definitivamente en el black metal: su nuevo disco no me cala tan hondo como el anterior, pero es épica de calidad.
🇫🇷 Potence - Cinq années de nuit (autoeditado)
Tener nuevas noticias de la escena francesa de screamo siempre es bueno. Generalmente prefiero la sonoridad más atmosférica y menos disonante de estas bandas respecto a las del otro lado del charco. En Potence queda un pequeño remanente de aquellos Daïtro que tan bien supieron definir el concepto y, aunque suman a su estilo influencias del crust y el metalcore para entregar un tercer álbum apabullante, ese punto melódico sigue estando ahí.
🇺🇸 Frail Body - Artificial Bouquet (Deathwish)
Otra muestra de screamo que roza las fronteras del metal, en este caso en la forma de ese blackgaze que State Faults han dejado atrás y que aquí chisporrotea durante gran parte del disco. La distorsión agresiva y sin descanso, los riffs penetrantes y el tono épico le hacen digno sucesor de aquel ‘Clairvoyant’ del que hablaba hace un momento y, dado el cambio de tercio de los californianos, este ‘Artificial Bouquet’ me viene como anillo al dedo.
🇪🇸 Svdestada - Candela (autoeditado)
Durante mucho tiempo pensé que esta banda venía de Galicia. Como señalé antes hablando de Tenue, la sombra de la escena neocrust gallega es alargada y ‘Candela’, tercer disco de los madrileños, bien podría ser un homenaje a alguna de esas bandas. Sin embargo, Svdestada se desmarcan añadiendo ‘blackened’ a su crust épico y metalizado y entregando un disco que no hace prisioneros.
🇨🇦 Terry Green - Provisional Living (Zagema Beach)
Una banda que demuestra que se puede mezclar screamo y post-hardcore sin acabar pareciendo una banda de instituto. Emo gritón pero cerebral en el que tampoco faltan los socorridos guiños al post-rock. Un manual de estilo perfectamente ejecutado con grandes ideas compositivas y una producción que le va como anillo al dedo: cualquiera podría convencerme de que este disco se grabó en realidad hace treinta años.
Post con cosas
Post-punk, post-hardcore, post-rock, post-metal… Todos estos estilos llevan ya décadas entre nosotros y el paso del tiempo los ha ido transformado a medida que iban entrelazándose entre sí y con otras influencias. En 2024 las fronteras entre todos estos géneros, ya hasta cierto punto experimentales desde su propia concepción, son a menudo difusas. Este tramo es en cierto modo heterogéneo, pero creo que el concepto es más o menos compartido: composiciones expansivas, a menudo instrumentales, con especial énfasis en el ritmo y las texturas.
🇪🇸 Ramper - Solo postres (Humo Internacional)
Podría extenderme mucho sobre este disco, pero ya lo hice cuando escribí aquí su reseña, así que baste decir que si esta lista hubiera tenido un número uno, pese a que me niego a que lo tenga, habría sido ‘Solo postres’. Aunque solo sea por el atrevimiento de los granadinos de incorporar a su música elementos de la música tradicional como las marchas de Semana Santa reconceptualizándolos, apropiándoselos para dar forma a un lenguaje propio que se traduce en un disco de una sensibilidad que abruma. Para mí, todo un hito en el panorama nacional.
🇧🇷 samlrc - A Lonely Sinner (Starrcade)
Liberado ya de las restricciones del crescendocore que durante años dominó el género, el post-rock está viviendo un rejuvenecimiento de la mano de artistas como la brasileña samlrc, dispuestas a ampliar la paleta sónica de un estilo que nació precisamente de la necesidad de desencorsetarse de lenguajes sonoros ya prácticamente agotados. Un disco evocador en el que perderse y dejarse llevar por todos sus vericuetos.
🇨🇦 Godspeed You! Black Emperor - "No Title as of 13 February 2024 28,340 Dead" (Constellation)
La mítica banda de Montreal siempre encontró la inspiración en los momentos más oscuros y el brutal genocidio cometido por Israel en Gaza parece haber servido de catalizador para que la formación entregue uno de sus mejores trabajos, seguramente el más interesante desde que decidieron abandonar su hiato. Por supuesto, habría preferido que el disco no me gustara y Netanyahu no fuera un psicópata genocida. En cualquier caso, estos temas están a la altura de su legado.
🇨🇦 Yoo Doo Right - From the Heights of Our Pastureland (Mothland)
Desde la misma Montreal comienza a llamarme la atención este cuarteto que, probablemente, le debe mucho a los anteriores protagonistas. Tras una comentada actuación en el Amplifest de Oporto, su tercer disco recoge el estilo hipnótico y dinámico que convirtió a los de Efrim Menuck en un banda de culto hace más de 20 años, como si el coche estuviera en llamas y no hubiera nadie al volante. La comparación no sería justa, pero es una banda que puede presumir de personalidad.
🇨🇦 Sentries - Snow as a Metaphor for Death (autoeditado)
En su segundo álbum Kim Elliot, el único responsable de la música de este ‘Snow as a Metaphor for Death’, deja claro que no le hace falta nadie más para pasarnos por encima con un álbum de espíritu noise y corazón post-punk al que se le ven las influencias post-hardcore. Un sonido tan crudo como denso que, no obstante, deja brillar las buenas composiciones de un disco más dinámico y variado de lo que parece al principio.
🇫🇷 Slift - Ilion (Sub Pop)
Hablando de canciones largas y expansivas, los franceses se lo han tomado en serio en su tercer álbum con un tour de force de una hora y veinte minutos de space rock psicodélico y progresivo. Uno de esos discos a los que les encaja como a pocos el concepto de viaje sónico, y no lo digo para fomentar la ingesta de sustancias prohibidas. Puro disfrute de principio a fin.
🇻🇪 Zeta - VII Magia infinita (autoeditado)
Los venezolanos han aprovechado la regrabación de este EP de 2018 con su nueva formación para agregar nuevos arreglos y añadir nuevas partes a las composiciones. Si aquel ‘Magia Infinita’ ya era lo mejor de su catálogo, esta versión revisada lo eleva a uno de los lanzamientos más interesantes del año con su personal post-hardcore de reminiscencia post-rock y ecos de los The Mars Volta de antaño.
🇺🇸 Mount Eerie - Night Palace (P.W. Elverum & Sun)
Volver a grabar como The Microphones parece haber devuelto a Phil Elverum sus ganas de experimentar tras los sus dos álbumes de duelo por la muerte de su esposa. Las sonoridades de sus discos pre-’A Crow Looked at Me’ vuelven aquí con toda su fuerza, entregando una obra etérea y ecléctica en la que sus canciones de autor conviven con el noise, el ambient, el drone y el post-rock.
🇬🇧 Pijn - From Low Beams of Hope (autoeditado)
Este es uno de los discos que me hacen pensar que quizá tengo que dejar de disimular y admitir que el post-rock de toda la vida me sigue gustando como hace dos décadas. Sí, claro que estoy disfrutando con todas las bandas que en los últimos años están insuflando un aire nuevo al estilo con nuevas influencias. Pero está comprobado: a mí dame riffs a lo Mogwai y arreglos a lo Yndi Halda y me tienes ganado.
🇬🇧 Crippled Black Phoenix - The Wolf Changes Its Fur but Not Its Nature (Season of Mist)
No termino de entender los motivos por los que han decidido regrabar algunos de los temas más destacados de sus primeros discos para presentarlos como una nueva obra en la que incluso parece haber un concepto de fondo que enlaza las canciones, pero el caso es que el resultado funciona: es un disco de rock progresivo cohesionado, entretenido e interesante. Además contiene ‘We Forgotten Who We Are’, que me parece uno de los temas más hermosos de este siglo.
La trastienda del rock y el pop
Suelo prestar poca atención a los lanzamientos de pop y rock porque rara vez satisfacen mis expectativas. Por lo general, tiendo a pensar que la música de canciones cortas y melodías sencillas forma parte de una etapa ya superada de mi vida, pero todos los años hay un puñado de discos que encuentran la manera de recordarme que siempre quedan cosas por descubrir y disfrutar.
🇺🇸 Friko - Where We've Been, Where We Go From Here (ATO)
Un debut que tira de nostalgia noventera y de primeros de siglo, sí, pero cuando se hace con la sensibilidad y el buen gusto que Friko han puesto en su ópera prima no puedo hacer otra cosa que reconocer que aquellos años marcaron mis gustos para siempre y dejarme llevar por sus lacónicas melodías. Un disco de pop-rock que me recuerda a cuando era joven y la vida sonaba como estas canciones.
🇺🇸 Foxing - Foxing (autoeditado)
Foxing han decidido en su sexto disco reinventarse y empezar de cero. Un disco autoeditado y autoproducido en el que el único límite es su imaginación. Y bien que lo agradezco, porque de ser una banda que siempre me resultó insulsa han pasado a convertirse en una de las sorpresas de 2024 con un disco que exuda libertad y sinceridad por los cuatro costados. Indie rock poseído de ese núcleo de emo y post-hardcore que es de lo poco que han retenido de su etapa anterior.
🇺🇸 Magdalena Bay - Imaginal Disk (Mom + Pop)
Magdalena Bay es un grupo que no me debería gustar de ninguna de las maneras. Como seguramente se habrá notado a estas alturas, no soy lo que se dice propenso a disfrutar del sonido de los sintetizadores. Algo habrán tenido que hacer en ‘Imaginal Disk’ para que su propuesta, a pesar de todo, se me haga irresistible. ¿Una colección de canciones pop impecables, quizá? Mucho más guay de lo que habría imaginado.
🇬🇧 The Cure - Songs of a Lost World (Polydor)
Otros que me han encandilado con sus sintetizadores, aunque en esta ocasión no supone tanta sorpresa. Sin haber sido nunca fan de la banda, sí que tenía algunas de sus canciones más conocidas entre mis preferidas y coincido con la mayoría en que su regreso tras 16 años de silencio ha demostrado que aún retienen parte de esa magia. Un álbum a la altura de su legado, y ya tiene mérito. Poco más puedo añadir a todo lo que se ha dicho ya.
🇺🇸 Southtowne Lanes - Take Care (Dog Knights)
Escucho muchos discos parecidos a este a lo largo del año. El emo es un estilo que se presta a la nostalgia y no son pocas las bandas que tratan de replicar el sonido más clásico del género. Desgraciadamente, aunque el sonido es verdad que lo clavan, es raro que las canciones estén a la altura. ‘Take Care’ consigue salvar ese escollo: un puñado de himnos de intención rockera que no pierden ese corazoncito hardcore que tanto echo de menos otras veces.
🇪🇸 Ática - 2 (autoeditado)
Con solo un bajo y una batería, estos dos chavales de Granada han sacado uno de los discos más adictivos de este 2024. Un psicodélico sonido a caballo entre el post-punk y el post-hardcore con melodías infecciosas y un ritmo endiablado empujan la escucha hacia adelante hasta que, sin darme cuenta, se acaba. Es muy agradable ver a bandas como ellos y sus paisanos Ramper demostrando que están pasando cosas en el sur.
🇧🇷 twikipedia - For the Rest of Your Life (autoeditado)
Este músico brasileño se dedicaba al trap hasta que escuchó ‘To See the Next Part of the Dream’, el maravilloso debut de Parannoul, y descubrió que podía producir la música que siempre había querido hacer con los mismos recursos con los que había contado hasta entonces: su ordenador y poco más. Asesorado por el surcoreano, su primer álbum de rock alternativo y emo noventero demuestra que, además de producir, sabe cómo escribir canciones.
🇺🇸 Vylet Pony - Monarch of Monsters (Horse Friends)
Uno de los discos más entretenidos del año, y diría de los más divertidos sino fuera por el concepto de abuso, acoso y violencia que envuelve el álbum. Artista trans de la comunidad ‘furry’, una de las más activas a la hora de editar música en internet, Vylet Pony se desquita de experiencias pasadas en una ópera rock que transita innumerables géneros, un mastodonte progresivo sostenido por las potentes melodías que ya desplegaba en sus anteriores discos, más orientados al electropop.
🇰🇷 왑띠 - 우리의 친구 머피처럼 [Wapddi - Like Our Friend Murphy] (autoeditado)
Wapddi es otra de las piezas clave de esa pequeña escena internetera encabezada por Parannoul. Como la del mencionado twikipedia, también su historia es la de una inesperada evolución, pues un proyecto que empezó con intención humorística ha culminado en este delicioso álbum de emo y power pop en el que se dan cita Weezer y Jeff Rosenstock. Uno de esos discos de los que te gustaría ser su amigo.
🇳🇪 Mdou Moctar - Funeral for Justice (Matador)
Aunque su nombre llevaba un tiempo circulando junto al del tishoumaren, el estilo que el músico maliense fusiona con maestría al rock psicodélico, no ha sido hasta este año que me he animado a acercarme a su música y me arrepiento de no haberlo hecho antes. Un disco hipnótico en el que llego a escuchar ecos de bandas como King Gizzard and the Lizard Wizard o The Mars Volta.
El resort del metal
Se llama turistas a quienes escuchan a bandas y artistas de un género que no conocen en profundidad. Es un término que a menudo se ha utilizado de forma peyorativa para señalar a otros solo por no tener, a priori, los conocimientos y el bagaje para saber disfrutarlos. A mí, sin embargo, lo que me molesta es que ese concepto haga referencia a una realidad que tantos problemas acarrea porque, al contrario de lo que pasa en nuestras ciudades con el turismo masivo, creo que es algo para celebrar que más gente se interese por nuevos tipos de música y reconozcan sus virtudes. 2024 ha sido bueno para turistas del metal como yo; este tramo podría publicarlo directamente en Tripadvisor (si tuviera una cuenta).
🇺🇸 Blood Incantation - Absolute Elsewhere (Century Media)
El primer destino está fuera de este planeta. Blood Incantation han levantado pasiones en los últimos años y en ‘Absolute Elsewhere’ han expandido su sonido con nuevas influencias que le dan ese aire tan espacial que caracteriza al álbum. La colaboración con Tangerine Dream es una de las piezas más fascinantes del año. Todo un viaje de riffs y atmósferas con maravillosas vistas del universo.
🇳🇿 Ulcerate - Cutting the Throat of God (Debemur Morti)
Una parada que siempre me había dado mucho respeto: por algún motivo pensaba que la música de Ulcerate era mucho más extrema de lo que en realidad es. Tampoco es que sea un paseo por el campo: los riffs infernales y la voz gutural están ahí, y sin embargo es un metal extremo que se deja escuchar sorprendentemente bien. Atmosférico a la vez que urgente, inteligible a la vez que técnico, directo pero intrincado. Y muy limpio, no hace falta venir vacunado.
🇫🇮 Oranssi Pazuzu - Muuntautuja (Nuclear Blast)
Otra de esas bandas que he tardado demasiado en conocer. Su nuevo álbum me ha gustado al punto de que tuve que ir a verles tocar esto en directo tras unas pocas escuchas. Creo que lo suyo no se puede describir soltando unos cuantos nombres de géneros; los finlandeses tienen un discurso tan propio que a veces cuesta imaginar de dónde sacan sus influencias. Progresivo, psicodélico y vanguardista con una atmósfera surrealista. Un disco para amantes de los museos.
🇬🇧 Dvne - Voidkind (Metal Blade)
Desde hace ya algunos años el post-metal viene siendo una de mis debilidades; apenas le presté atención cuando el género explotó en popularidad y ahora me estoy poniendo al día. Me alegra saber que todavía se siguen haciendo buenos discos, especialmente en esta vertiente más progresiva de mis queridos The Ocean con voces melódicas y atmósferas post-rock. El típico viaje de placer a entornos conocidos.
🇺🇸 Poppy - Negative Spaces (Sumerian)
De Poppy se podría pensar que ya es ella misma una turista en el metal. Pero si de algo me ha servido obsesionarme con ella desde aquel dive deep que hice es para constatar que lo suyo es auténtico amor por el nu metal, el rock alternativo y el metalcore melódico de principios de siglo. Poppy sabe exactamente cómo quiere sonar y su personalidad está presente en cada segundo de este álbum a través de las melodías pop que domina desde sus inicios. Reencontrarme con estos sonidos me hace sentir como si volviera a estar en mi viaje de fin de curso del instituto.
🇺🇸 Chat Pile - Cool World (The Flenser)
Yo tampoco he podido resistirme a unos de los hypes de los últimos años. Se habla de grunge, se habla de nu metal, se habla de sludge… Sea lo que sea, es tontería negar que sus canciones son adictivas. Su sonido turbio y perturbador da el morbo justo para invitarme a entrar, pero son los certeros riffs y la contundencia de su sección rítmica lo que me hace quedarme. Como cuando acabas en un callejón oscuro que resulta tener el bar más molón de la ciudad.
🇺🇸 Night Verses - Every Sound Has a Color in the Valley of Night (Equal Vision)
Night Verses completan la obra que comenzaron el año pasado con la segunda mitad de este lanzamiento de metal progresivo y matemático. El disco no es totalmente instrumental, ya que hay cameos de gente como Brandon Boyd (Incubus) o Anthony Green (Circa Survive). La experiencia es parecida a escuchar las versiones instrumentales de los discos de… The Ocean. ¿Os he dicho ya que me encantan The Ocean, verdad? Pues vamos de crucero.
🇺🇸 Couch Slut - You Could Do It Tonight (Brutal Panda)
A la vez que me voy poniendo al día con el post-metal, también estoy descubriendo lo que es el sludge sin la coletilla ‘atmosférico’ detrás, lo que nos suele llevar a las bandas pioneras de aquel género como Isis o Neurosis. Y vaya si me gusta el invento, al menos cuando está hecho con la pasión y los riffazos del cuarto asalto de este quinteto neoyorquino. Otra vez de paseo por los más bajos fondos, pero de lo que se trata es de disfrutar de la experiencia, ¿no?
🇺🇸 Julie Christmas - Ridiculous and Full of Blood (Red Creek)
He leído de todo sobre este disco, desde que es un buen trabajo arruinado por la voz hasta que es la vocalista quien lo salva del desastre absoluto. Ni que decir tiene que mi opinión está justo en el centro: un disco interesante tanto vocal como musicalmente, parcela en la que participan dos sextas partes de Cult of Luna o Laura Pleasants de Kylesa. Resulta evidente que su histrionismo interpretativo es divisivo, pero no llevaría más de 20 años en la escena sin él. Nada como reencontrarse con viejas amigas.
🇺🇸 Orgone - Pleroma (autoeditado)
Creo que tiene mucho mérito lo que Orgone han hecho en su tercer disco: combinar la canción melódica francesa con el metal más abrasivo y quirúrgico. Una obra progresiva y arriesgada en la que los riffs cortantes y las voces guturales conviven con la música de cámara y el cante melódico, en este caso con letras en francés. No creo que sea fácil entregar un trabajo tan cohesionado como este con estos ingredientes, así que me quito el sombrero y lo guardo en la maleta, que hemos llegado al final de este tramo.
Cerebro gordísimo
De vez en cuando, el descubrimiento musical me lleva a encontrarme con discos que me sacan totalmente de mi rutina. Trabajos que no siempre son fáciles o satisfactorios de escuchar, pero me recuerdan que los límites de la música están tan lejos como queramos imaginar. Y cuando además de plantear un desafío a mis preconcepciones resultan ser una grata experiencia sensorial, la combinación para mí es ganadora. Cinco discos que de verdad me hacen sentir más listo de lo que en realidad soy.
🇺🇸 Colin Stetson - The Love It Took to Leave You (Invada)
El saxofonista vuelve a sorprenderme al darle una nueva vuelta de tuerca a su jazz postminimalista. Un trabajo más denso y áspero de lo que acostumbra sin llegar a los extremos de intensidad que logró en aquel disco de Ex Eye que sigue siendo para mí el punto más interesante de su carrera. Una de esas escuchas tan exigentes como agradecidas a la que he terminado volviendo más a menudo de lo que esperaba.
🇬🇧 Ex-Easter Island Head - Norther (Rocket)
No suelo esperar nada de la lista de The Quietus, no tengo el cerebro tan gordo, pero este año me ha sorprendido descubriéndome el que es desde ya uno de mis discos favoritos de postminimalismo. Los ingleses encuentran un término medio entre lo académico de su propuesta y un sonido accesible e hipnótico que engancha a la primera escucha. ‘Norther’ es una maravilla sensorial de principio a fin con composiciones sencillas que no tienen nada de simples.
🇦🇺 Uboa - Impossible Light (The Flenser)
Pasaban ya casi cinco años de aquel desgarrador ‘The Origin of My Depression’ cuando Uboa decidió lanzar su continuación por sorpresa. Lo que por suerte no me pilló desprevenido es su contenido: otro desafío auditivo de ruido industrial y ambientes lúgubres. Entre toda esa cacofonía se abren paso ahora algunas melodías que hacen que este no sea un disco tan asfixiante e implacable como el anterior. Un paso adelante en cuanto a variedad estilística que me deja impaciente por seguir su evolución.
🇫🇷 Aluk Todolo - Lux (Norma Evangelium Diaboli)
Los franceses presentan una pesadilla psicodélica y surrealista en un álbum de seis temas sin título como tal, pues no son más que diferentes movimientos en un continuo palpitar ruidoso y lisérgico que interpreta a su manera el krautrock para encontrar sus límites más ásperos. Psicodelia de la más oscura que se puede encontrar ahí fuera con un ritmo sostenido y riffs que se repiten las veces que sean necesarias para entrar en trance.
🇧🇪 Nala Sinephro - Endlessness (Warp)
Con jazz experimental empezaba este tramo y con jazz experimental se cierra. En el caso del segundo álbum de la compositora belga, esta vez con una propuesta mucho más amable y a priori accesible que la del señor Stetson. En ‘Endlessness’, instrumentos de viento y cuerda se alían con la electrónica para dibujar pasajes reposados sobre los que las notas parecen pasar de puntillas. Un disco elegante y de escucha más que agradable.
Post-Windmill-core
La llamada escena Windmill, que toma su nombre de la ya mítica sala londinense, empieza a desmoronarse: black midi se han separado y Black Country, New Road han perdido a su vocalista. Sin embargo, la onda expansiva de uno de los mayores fenómenos en la música alternativa de esta década aún se deja sentir. Quizá es demasiado pronto para hablar de la muerte de una escena cuya existencia, para empezar, es discutible, pero de lo que no cabe duda es de que el espíritu sigue vivo, como demuestran los cinco lanzamientos seleccionados para este pequeño anexo.
🇬🇧 Geordie Greep - The New Sound (Rough Trade)
Casi sin darnos tiempo a asimilar la ruptura de black midi, su cantante Geordie Greep anunció que ya tenía preparado su debut en solitario. Una obra aún más excesiva que cualquier cosa que hiciera con su hasta ahora banda, si es que eso es posible. Con un eclecticismo que se extiende hasta sonidos del jazz y la música brasileña, mantiene su faceta progresiva y vuelve a dar rienda suelta a su particular estilo vocal.
🇬🇧 Maruja - Connla's Well (autoeditado)
Con un EP de debut espectacular el año pasado, otro más este año y el goteo de singles sueltos que van sacando, la ansiedad por tener en nuestras manos un álbum de una de las bandas más estimulantes de la actualidad no hace sino ir en aumento. Hasta ahora todo lo que han publicado, sin contar ese ‘The Vault’ grabado en condiciones discutibles en su local de ensayo, es oro puro. También, por supuesto, los cuatro temas que recogen aquí. Pero en 2025 queremos ya un disco entero de esto.
🇬🇧 Flip Top Head - Up Like a Weather Balloon (Blitzcat)
No sé si a este sexteto se le ha relacionado ya con la escena Windmill, pero si tuviera que apostar por una banda para romperlo con su disco de debut, sin duda sería esta. Originarios de Brighton como Squid, que sí han sido asociados al movimiento, su EP de presentación lo tiene todo: una sensibilidad melódica de primer nivel, una capacidad asombrosa para componer temas de expansivos de rock, un interesante juego de voces masculina y femenina y un trombón que aporta un sello de distinción.
🇬🇧 English Teacher - This Could Be Texas (Island)
No sé si se podría considerarse un grupo Windmill, pero creo que al menos en espíritu lo es. Para mí, las dos escenas que han marcado esta primera mitad de década son esta y la del emo-shoegaze de origen surcoreano. Y si Parannoul ya ha creado escuela, raro era que no lo hiciera también una banda de reconocimiento tan amplio como Black Country, New Road. English Teacher se llevan al terreno más pop y accesible las enseñanzas de los de Cambridge y lo hacen con bastante acierto.
🇬🇧 Ugly - Twice Around the Sun (The State51 Conspiracy)
Más fieles a la fórmula son Ugly. También oriundos de Cambridge y afincados en Londres, los paralelismos entre esta banda y los creadores de ‘Ants From Up There’ no terminan ahí: si hablamos de indie y art rock progresivo con gusto por el sentimentalismo, su tercer EP lo trae fino. Queda por ver si serán capaces de confirmar las buenas sensaciones en un larga duración.
Fuera de concurso
Para el final he querido dejar un disco que no ha salido en 2024. Fue editado originalmente hace muchos años, en 2001, pero en aquel momento no mucha gente se enteró. Yo, y me consta que casi todo el mundo, no habría sabido nunca de su existencia de no ser porque este año ha sido reeditado con todos los honores. Una casualidad que me hace reflexionar sobre la cantidad de obras maestras que se quedarían por ahí perdidas de la mano de dios antes de la propagación de internet.
🇯🇵 Kulara - Fragmental Remembrance, a Switch of Resurrection, and My Hearing Vanished (Energy Crow)
Kulara es una banda japonesa que en apenas unos meses evolucionó desde un screamo heredero de las bandas estadounidenses de finales de los 90 hacia un estilo tremendamente personal. Manteniendo su corazón de puro hardcore a toda pastilla, las influencias progresivas infectaron su música creando un monstruo experimental y vanguardista. Esta compilación reúne los dos últimos EPs de los cuatro que editaron a finales del siglo pasado y documentan a la perfección ese paso de banda notable de screamo a inclasificable grupo de culto. Todo un hallazgo.
Siéntete libre de comentar, compartir o hacer lo que quieras con el contenido de esta lista. Para terminar, dejo un recopilatorio con canciones de todos los discos comentados en el artículo (salvo el de Potence, que no está en Spotify) y algunas más de otros que no aparecen. Nos vemos el año que viene con más música. ¡Felices fiestas y feliz entrada al 2025!